En medio de la peor crisis económica del mundo moderno, las remesas resistieron el embate del confinamiento y lograron un crecimiento del 10.5% durante el primer semestre del año, al alcanzar un total de 19 mil 74 millones de dólares, de acuerdo con datos del Banco de México (Banxico).
Dicha cifra, representa, además, un máximo histórico si se le compara con los primero seis meses de cada año, desde 1995, cuando Banxico inició el registro de los envíos de dinero que realizan los mexicanos que laboran en el extranjero, principalmente en Estados Unidos.
Nunca se había visto dicho fenómeno: en tiempos de recesión económica como la ocurrida en el 2009, las remesas se desplomaron 11.9% entre enero y junio de ese año, al sumar sólo 11 mil 133 millones de dólares; mientras que para el mismo lapso del 2010, cayeron aún más, al entrar sólo 10 mil 667 millones de dólares.
Si se toma en cuenta nada más junio, las remesas sumaron tres mil 536 millones de dólares, lo que significa un alza del 11.09% respecto al mismo mes del año pasado.
“Al igual que con cifras anteriores, el análisis de las remesas en pesos mexicanos se ve muy beneficiado por la depreciación pronunciada que tuvo la moneda a principios de año, aunque a partir de mediados de mayo dicho beneficio se moderó por la recuperación parcial del peso”, señaló el análisis del Grupo Financiero Monex.
De esta forma, al mes de junio, las remesas permanecen como el indicador de mejor desempeño en la economía mexicana.
El análisis agregó que “en los últimos años esta variable ha alcanzado un peso de cerca de 2.7% en el Producto interno Bruto (PIB), pero considerando la caída abrupta de otros sectores y componentes de la demanda agregada, es posible que la importancia de las remesas crezca durante los próximos meses”.
Por ello, acotó, los buenos resultados del indicador reportado por Banxico constituyen la materialización de uno de los pocos riesgos al alza que se contemplan para el crecimiento de 2020, aunque mantenemos la opinión de que será difícil que las remesas sigan presentando un crecimiento robusto ante la reactivación interrumpida de la economía en Estados Unidos.
Las remesas es una de las principales entradas de divisas del país, junto con la Inversión Extranjera Directa (IED), los ingresos derivados del turismo, así como las derivadas de las exportaciones manufactureras, que dicho sea de paso, todos los indicadores mencionados, cayeron por el paro económico que provocó el covid-19.
(Proceso)