¿Sabías que el estado de Yucatán se caracteriza por su infinidad de hermosos cenotes, sin incluir los que aún no han sido descubiertos en la selva virgen?
A sabiendas de que muchísimos maravillosos lugares quedarán por fuera en la siguiente lista restringida a solo 11, esta es nuestra selección con los mejores cenotes en Yucatán.
Los mejores cenotes en Yucatán:
1. Cenote Xlacah
Se encuentra en la Zona Arqueológica de Dzibichaltún, a 24 km al norte de Mérida. Es el cenote de uso turístico más próximo a la capital del Estado de Yucatán.
“Xlacah” quiere decir “pueblo viejo” en lengua maya. Con este nombre se hace referencia a un antiguo asentamiento humano que está cerca de esta fuente de agua y que data del período Preclásico Medio en Dzibichaltún.
Es un amplio cenote a cielo abierto, de aguas transparentes y con una profundidad que alcanza 44 metros en el lado noreste, donde se abre una galería cuya extensión se desconoce.
Sus dimensiones son aproximadamente de 200 metros entre este y oeste y 100 metros de norte a sur.
Su extensa planicie calcárea del perímetro es utilizada como una plataforma natural para clavados y sus alrededores son un hermoso paraje natural para la observación de la flora y la fauna de la región.
En la Zona Arqueológica de Dzibichaltún, la edificación más importante es el Templo de las Siete Muñecas, llamado así por siete pequeñas imágenes de barro encontradas durante las excavaciones en el año 1950.
2. Cenote Zací
De los cenotes en Yucatán, este es uno de los más “urbanos”, ya que está situado a menos de 700 metros del centro del Pueblo Mágico de Valladolid, siendo el preferido de los vallisoletanos para refrescarse en los días de calor.
También es una parada obligada para los turistas que van a disfrutar de los encantos coloniales de La Sultana de Oriente.
Zací fue un asentamiento maya que utilizaba el cenote como fuente de agua. El nivel del agua está a varios metros de la superficie, por lo que hay que descender hasta el estanque a través de una escalera practicada en la piedra natural.
En el trayecto pueden apreciarse estalactitas y otras formaciones rocosas.
Aproximadamente en la mitad del trayecto hacia el espejo de agua hay una cornisa desde la que algunos clavadistas practican sus saltos.
En las aguas frías y hondas del cenote vive un pez negro que nada con los visitantes que se aventuran hasta las profundidades.
3. Cenotes Cuzamá: Chansinic’Ché, Bolon-Chohol y Chelentún
Cuzamá es una pintoresca cabecera municipal yucateca de menos de 4000 habitantes, localizada a 45 km al noroeste de Mérida.
Entre los atractivos de Cuzamá se encuentran sus cenotes, sus iglesias de la época virreinal y varios sitios arqueológicos mayas situados en la ex hacienda de Xcuchbalam.
La principal atracción local son los cenotes de Chelentún, Chansinic’Ché y Bolon-Chohol, ubicados en la hacienda henequenera de Chunkanán, a 4 km del pueblo.
Llegar a estos preciosos cenotes es una encantadora odisea a través de la selva, ya que recuerda el pasado yucateco con el henequén o sisal, la fibra natural que le dio prosperidad económica a Yucatán hasta el siglo XX, antes del invento de las fibras sintéticas.
Las mismas vías férreas que usaban las empresas sisaleras para trasladar las cargas de henequén en vagones tirados por caballos y mulas, son empleadas por los pobladores para llevar a los turistas a los cenotes, también con animales como medio de tracción.
Estos medios de transporte son llamados “trucks” por los locales y en ninguna otra parte del mundo irás a un cenote de manera tan aventurera.
4. Cenote Lol ha
A 72 km al suroeste de la ciudad colonial y Pueblo Mágico yucateco de Valladolid está la localidad de Yaxunah, cuyos grandes atractivos son su sitio arqueológico y su cenote.
El cenote Lol Ha es un cuerpo de aguas diáfanas, a cielo abierto, con el espejo situado a varios metros de la superficie, por lo que hay que descender hasta él a través de una escalera de vértigo.
Por los lados interiores del cenote descienden raíces adventicias y lianas que le confieren un ambiente más salvaje y natural al lugar.
En el boscoso entorno de este cenote de bellas aguas azules se puede apreciar el movimiento de las aves y los sonidos de los diversos animales que forman su fauna, como iguanas, ardillas y mapaches.
La transparencia del cenote deja ver por varios metros hacia abajo y las aguas alcanzan profundidades variables entre 8 y 16 metros. Cuenta, además, con una plataforma de observación.
“Yaxunah” es una voz maya que significa “casa de color turquesa” y el sitio arqueológico tuvo su apogeo entre los períodos Clásico Medio y Postclásico. Entre las estructuras del yacimiento destacan la Acrópolis Norte y la Casa del Consejo de la Guerra.
5. Cenote San Ignacio
Este cenote semiabierto y de mágica belleza se sitúa a 41 km al suroeste de Mérida, en la carretera hacia Campeche.
Es de aguas azul turquesa y tiene una parte baja que va de 0,4 a 1,4 metros y otra más profunda que alcanza 7 metros, por lo que es una piscina natural de profundidad variable, ideal para chapotear y nadar.
Los cenotes que no están a cielo abierto tienen la particularidad de que presentan un efecto térmico inverso respecto a la temperatura de la superficie.
En la época calurosa, cuando en la superficie la temperatura se acerca a 40 °C, en el cenote San Ignacio hay 26 °C, una maravilla para el disfrute en el verano.
El lugar es administrado por una empresa que lo mantiene en perfectas condiciones, cobrando una tarifa de 80 MXN por persona por el acceso al cenote. Además, tiene restaurante y ofrece paquetes “todo incluido” por un día.
Cerca del cenote San Ignacio se encuentran el sitio arqueológico de Oxkintok y las grutas de Calcehtok.
6. Cenote Ik-Kil
Es uno de los más conocidos cenotes en Yucatán, ya que se encuentra a 3 km de Chichén Itzá, en el municipio yucateco de Tinúm, y muchos tours hacia el famoso sitio arqueológico incluyen una parada en este hermoso cuerpo de agua.
Es un cenote a cielo abierto de forma redondeada, con un diámetro de 60 metros y una profundidad de 40.
El entorno es muy bonito, con pequeñas cascadas y lianas y enredaderas que van desde el nivel del suelo hasta el del agua.
Los cenotes eran sagrados para los mayas y el Ik-Kil fue utilizado como fuente de agua, sitio recreativo y lugar para rituales, incluyendo sacrificios humanos dedicados a Chaac, dios de la lluvia.
Ha sido sede de competencias mundiales de clavados y en el área hay cabañas y un restaurante.
7. Cenote Sambulá
Es un cenote cerrado, con acceso a través de una escalera de piedra, situado en la pequeña localidad de Pebá, a 43 km de Mérida.
Una cooperativa de lugareños hace la limpieza y el mantenimiento del área, cobrando una tarifa de 10 MXN por persona.
Es un cenote genial para la gente que siente temor por las grandes profundidades, debido a que el fondo está a solo 1,6 metros en época de sequía y a 2 metros en el período lluvioso.
Es de aguas frescas, azules y nítidas, excelentes para darse un chapuzón y en los alrededores pueden admirarse cuerpos rocosos de formas singulares.
En la plataforma que da acceso al agua hay bancas para que los visitantes dejen sus cosas a la vista.
8. Cenote Na Yah
Este cenote se encuentra en la apacible población de Pixyá, cabecera del municipio yucateco de Tecoh, a 53 km al sur de Mérida.
Tiene aproximadamente 40 metros de largo por 30 de ancho y por debajo de sus aguas azules hay cavidades que se pueden explorar a través del buceo. Eso sí, se deben tomar las precauciones necesarias.
En los alrededores del refrescante y bonito cuerpo de agua hay zonas de campingy para fogatas, así como palapas.
En la población de Pixyá vale la pena conocer los templos de la Candelaria y de la Virgen de la Asunción, así como la Capilla de la Santa Cruz, todos del siglo XVIII.
A 27 km al sur de Pixyá está el sitio arqueológico de Mayapán, una ciudad maya que fue construida a imagen de Chichén Itzá.
Cuando los itzáes de Chichén huyeron de su ciudad hacia el Petén, Mayapán pasó a ejercer el control del norte de Yucatán, al que gobernaron hasta 70 años antes de la llegada de los españoles.
9. Cenote Noh-Mozón
Es un cenote a cielo abierto pero con una amplia semi bóveda de roca que le sirve parcialmente de techo. Se encuentra cerca de la carretera Tecoh – Telchaquillo, en el municipio de Tecoh, después de tomar un camino de terracería algo abrupto.
Hay que ir pendiente de una palapa que está antes del cenote, donde venden la entrada y proporcionan un chaleco salvavidas.
A las aguas limpias, frescas y cristalinas se llega descendiendo por una escalera. Tiene pequeñas plataformas a diferentes alturas para practicar clavados.
Es un cenote amplio, profundo, poco frecuentado por las dificultades de acceso y bueno para bucear.
En las aguas viven unos peces negros y pequeños y por los alrededores vuelan varias especies de aves, incluyendo golondrinas y unos pájaros de un vistoso plumaje azul.
10. Cenote X’Batun
Es un cenote a cielo abierto que se encuentra cerca de una antigua hacienda de cacao en San Antonio Mulix. Al llegar a la hacienda hay que tomar un camino de terracería de poco más de 2 km para llegar al cuerpo de agua.
San Antonio Mulix es una aldea típica yucateca situada en la vía hacia Uxmal, a 50 km al sur de Mérida.
Entre los cenotes en Yucatán, el X’Batun sobresale por la transparencia de sus aguas. Cuenta con cuevas para bucear y está rodeado de una espesa vegetación que completa un ambiente paradisíaco.
Además, hay rutas de senderismo, palapas y zonas para camping y fogatas.
11. Cenotes Palomitas y Agua Dulce
Ambos son cenotes cerrados y se encuentran en el Rancho Agua Dulce, situado cerca de la localidad de Yalcobá, a 24 km del Pueblo Mágico de Valladolid.
El cenote Palomitas es de fácil acceso, mientras que la entrada al Agua Dulce es más estrecha y respetable.
El primero tiene un diámetro de 50 metros y una profundidad de 45. Las aguas azul turquesa son muy frescas y diáfanas y se puede nadar y navegar en kayak. En la caverna hay estalactitas que adornan el lugar con sus formas caprichosas.
Estos cenotes impresionan por su silencio y son magníficos para pasar un rato de relax en compañía del poder relajante del agua.
El Rancho Agua Dulce cuenta con un restaurante cuya cocina es elogiada por su exquisitez. También ofrecen excursiones por cuevas secas y alquilan bicicletas de montaña para recorrer los senderos que van a los cenotes.
¿Cuántos cenotes hay en Yucatán?
Los cenotes son bellos cuerpos de agua dulce formados por las corrientes subterráneas y las aguas de lluvia al erosionar la roca caliza.
Son estructuras muy poco comunes en el mundo y México es el país más bendecido por la naturaleza con estas increíbles formaciones.
Los hay de tres tipos: abiertos, semiabiertos y cerrados. En los primeros, el espejo de agua está al aire libre y son los de más fácil acceso.
En los cenotes semiabiertos, el cuerpo de agua se encuentra dentro de una caverna y se llega a ellos por la entrada de la cavidad.
Los cenotes cerrados se encuentran dentro de grutas sin comunicación natural con el exterior y el acceso al estanque es generalmente a través de cavidades, con escaleras practicadas desde el techo.
En los cenotes semiabiertos y cerrados suele haber bonitas formaciones rocosas, como estalactitas y estalagmitas. Con el tiempo, es posible que el techo se desmorone, convirtiéndose en un cenote abierto.
La península de Yucatán reúne una enorme concentración de cenotes, estimándose que solo en el estado de Yucatán hay más de 7000. Entre tantos cenotes, es difícil indicar cuáles son los más espectaculares, pero nos arriesgaremos con esta lista.
¿Has tenido la incomparable experiencia de bañarte en uno de estos refrescantes estanques naturales formados a lo largo de los milenios por el paciente trabajo erosivo de las aguas? Esperamos que muy pronto puedas hacerlo en Yucatán.
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