Al menos seis empresas retiraron las intenciones de inversión por mil 800 millones de dólares ante la falta de avances en la elaboración de una Norma Oficial Mexicana sobre el sargazo, que permita su industrialización.

Carlos Gosselin Maurel, presidente del Protocolo Puerto Morelos para la atención del sargazo, explicó que son seis empresas que tenían listos proyectos, de las cuales, cinco son nacionales y una extranjera, sin embargo, al no ver avances para poder industrializar el alga decidieron retirar sus intenciones de inversión.

Lamentó esa situación porque considera que esos trámites burocráticos siguen propiciando que se dependa solo del turismo, que hoy está impactado por el Covid-19

“Si tuviéramos la Norma Oficial Mexicana para detonar la industria del sargazo, las condiciones de Quintana Roo serían diferentes en estos momentos tan complicados, ya que habría empleo que estas empresas estarían impulsando para la utilización del alga que ya está llegando y no tendrían que esperar un mes más para buscar una fuente laboral”, agregó.

Los representantes del protocolo han buscado reuniones y tocado puertas para lograr que la NOM avance, para que así el sargazo ya no sea un problema, sino que pueda ser tomado del mar y llevarlo a una planta industrial para hacer productos.

Al menos en Benito Juárez el arribo ya es notorio en las playas y lo que se está haciendo es la recolección. En el caso de Puerto Morelos están listos con las barreras y los barcos, pero solo para la contención y recoja.

“Es una lástima que ya perdimos dos años, en la que se puede generar una industria con el oro del mar. El sector hotelero va a tardar en generar el número de empleos que tenía, pero ya podríamos estar dando trabajo a quienes lo recogen para llevarlo a la industria, y así salgan a laborar”, explicó.

La NOM daría al alga la categoría de materia prima para su aprovechamiento industrial, y al menos se busca para durmientes, generación de energía eléctrica, alimento para ganado, e incluso para cosméticos.

Por ahora al no haber ningún avance, el interés de las empresas se esfumó y con ello una derrama económica para Quintana Roo.