Los ayuntamientos de Quintana Roo ponen en riesgo la salud de la población, al permitir la instalación de dispensadores de agua sin las licencias de funcionamiento y medidas de sanidad correspondientes.
El desinterés de las administraciones municipales trajo como consecuencia que este tipo de negocios incremente su número de manera exponencial: en la zona norte, por ejemplo, pasaron de 125 en el 2018 a más de 540 para inicios de este 2020. Solamente el 60% se encuentran regulados por la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris).
"Sin embargo, estimamos que el número de estos establecimientos sea mucho mayor, casi del doble, debido a que las autoridades municipales no están haciendo su trabajo de regularizarse. En las colonias populares y asentamientos irregulares puedes encontrar hasta dos dispensadoras de agua en un radio de 200 metros, que no tienen su documentación en orden y, por tanto, es difícil determinar si representan un factor de riesgo o no de salud para la población" explicó Miguel Pino Murillo, delegado de la Cofepris en Quintana Roo.
En Chetumal, los negocios que despachan agua de manera automática aumentaron su número de 32 a 154 en un periodo de dos años. La gran mayoría se encuentran en los fraccionamientos de la zona y colonias de la zona norte y este de la ciudad.
El 20% de este tipo de establecimientos identificados por la Cofepris operan de manera irregular.
"Por esta razón tenemos un doble trabajo: por un lado tenemos que verificar que cumplan con las disposiciones sanitarias de tratamiento del agua, y por otro colocamos sellos de suspensión en los negocios que identificamos que no cuentan con la documentación, para que se regularicen", señala Pino Murillo.
Explicó que en el 2019 fueron clausurados 62 de estos negocios debido a que se demostró que el agua que ofrecían representaba un riesgo para la salud.