Argentina es uno de los países que más ha sufrido por la izquierda en la América del Sur. Desde la llegada de Juan Domingo Perón al poder comenzó a desarrollarse un modelo político en el cual la clase gobernante se armó de privilegios, constituyendo mafias que empobrecieron al país hasta nuestros días. Generación tras generación, los argentinos habían vivido apretándose los cinturones en nombre de esa ideología. Pero este domingo 19 de noviembre de 2023 Argentina dijo ¡Basta!
Javier Milei ha sido electo como el nuevo presidente de la República Argentina con más de 10 puntos de diferencia.
El candidato del Foro de São Paulo, el peronista Sergio Massa, salió a reconocer la derrota informando al público que había felicitado al vencedor. Dijo que era importante la convivencia pacífica y que finalizaba una etapa en su vida. En su discurso agregó que en adelante la responsabilidad de lo que suceda en Argentina es del presidente electo; no obstante, el nuevo gobierno comienza el 10 de diciembre. Horas después de haber dado este discurso, presentó su renuncia como ministro de Economía.
Vale la pena recordar que Massa basó su campaña en difamar a Milei, en decir mentiras sobre él y cultivar el sentimiento del miedo en torno a su persona. El extremismo en ello fue tan abrumador que en la elección se reportaron a massistas defecando y orinando en las papeletas de Milei para que la gente no pudiera votar. Muchos peronistas publicaron en redes sociales la destrucción de boletas, lo que constituye un delito electoral. En este sentido, fue polémico que el periodista mexicano, Hernán Gómez Bruera, se grabara ejerciendo el voto y guardándose una papeleta de Milei en el bolsillo, lo que pudiera acarrearle de 1 a 3 años de cárcel en Argentina.
Los presidentes de Brasil y Colombia, Luiz Inácio Lula da Silva y Gustavo Petro, respectivamente, fueron distantes ante la victoria de Milei, mientras que los líderes del mundo libre reconocieron al nuevo presidente con entusiasmo.
Ahora bien, este nuevo gobierno se propone sentar las bases para que Argentina sea una potencia mundial en 35 años. Tiene que realizar una serie de reformas profundas que necesitará de la unidad de las fuerzas políticas de la nación. El presidente electo en su discurso ha hecho un llamado a todos los sectores que quieran sumarse a este proceso, a que lo hagan, son bienvenidos. Plantea una convivencia en la que se respete la voluntad del pueblo argentino, siempre dentro de la ley.
Milei comienza con carácter. Y este carácter podría ser de mucha utilidad si al mismo tiempo establece un equipo de personas que enfrenten a los enemigos internos del país, sobre todo los asociados al Foro de São Paulo. Esto podría establecer acciones para investigar los casos de corrupción; comenzar un proceso de privatización de los medios de comunicación públicos; hacer fuerte a la Fuerza Armada, los cuerpos de seguridad del Estado y la inteligencia para hacer la guerra al narcotráfico y al extremismo islámico; y podría también conformar una alianza formal con las fuerzas políticas en la región que se enfrentan a las dictaduras aliadas del kirchnerismo.
Estas medidas podrían garantizar que los enemigos del pueblo argentino sean neutralizados. Así no podrán sabotear el proceso de reformas que han de implementarse, ni el florecimiento económico, y no se podrán reorganizar las mafias para volver al poder. ¡Ha vuelto la esperanza de Hispanoamérica y lo hizo desde Argentina, desde el sur del sur!