El pasado 29 de septiembre, la Comisión Canadiense de Radio, Televisión y Telecomunicaciones (CRTC) anunció un nuevo plan regulatorio para “modernizar el marco de transmisión de Canadá” y “garantizar que los servicios de transmisión online hagan contribuciones significativas al contenido indígena“.
La decisión es parte de un programa integral del primer ministro Justin Trudeau para darle un marco favorable a la comunidad indígena de Canadá en el sector de los medios de comunicación online, a costa de los demás.
El pasado 12 de mayo, la CRTC lanzó sus primeras consultas públicas sobre qué se podría hacer para promover los “podcasts indígenas”. Después de examinar minuciosamente todas las pruebas del registro público, incluidas más de 200 intervenciones, la CRTC emitió sus dos primeras decisiones.
En primer lugar, la CRTC estableció que los servicios de streaming que operan en Canadá y obtienen US$ 10 millones de dólares o más en ingresos anuales deberán completar un formulario de registro antes del 28 de noviembre de 2023, para obtener una licencia especial.
Sin esta licencia, los podcasts y demás tipos de programas en línea no van a a poder salir al aire, bajo apercibimiento de multas y hasta de prisión, si no pagan las multas y siguen saliendo al aire sin dicho carnet.
A priori, el ente regulador querrá validar que que dichos programas hagan que su contenido esté disponible de una manera que no esté vinculada a un servicio móvil o de Internet, con el objetivo de que “los indígenas puedan acceder siempre a todos los medios de comunicación“.
Si bien por el momento esta licencia será gratuita, la CRTC está analizando si le cobrará un canon a los creadores de contenido no indígenas, para crear un fondo de promoción para los periodistas y conductores indígenas.
De hecho, se celebrará un procedimiento público de tres semanas a partir del 20 de noviembre de 2023 y se escucharán a 129 interventores que representan una amplia gama de intereses, para determinar si esta licencia será paga para poder otorgar subsidios a los indígenas.
En resumen, todos los servicios de redes sociales como Twitter o Facebook, todos los medios de comunicación digitales, podcasts y programas de radio en línea y los servicios de streaming como Netflix, deberán registrarse y sacar dicha licencia.
Hay extremo enojo entre los afectados, ya que denuncian que el otorgamiento de licencias será utilizado para extorsionar políticamente a los programas que no les guste al gobierno de Trudeau, a través del retiro arbitrario de licencias.
El dueño de Twitter, Elon Musk, se quejó públicamente de la decisión del gobierno canadiense y acusó a Trudeau de estar limitando la libertad de expresión en el país: “Trudeau está intentando destruir la libertad de expresión en Canadá. Lamentable
(tierrapura)