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15 February 2021

Pladigmare, la Plataforma por la dignidad de las personas mayores en las residencias, ha denunciado ante la Fiscalía un delito de homicidio imprudente, lesiones, omisión del deber de socorro y contra la salud pública por la muerte de 11 ancianos después de recibir la vacuna.

Los hechos ocurrieron en el asilo privado Vigor de Becerril de la Sierra, en Madrid, que no había tenido ningún caso de coronavirus hasta el 22 de octubre, es decir, que pasó toda la primera ola sin contagios. Ahora todos han dado positivo, más 17 trabajadores, con 11 ancianos muertos.

En la Comunidad de Madrid confirman que todos los ancianos habían recibido la primera dosis de la vacuna. Según su titular, Javier Luengo, esto demuestra que a pesar del inicio del proceso de inmunización se deben extremar las medidas de sectorización, aislamiento e higiene en los centros.

El viceconsejero de Salud Pública y Plan Covid-19 de la Comunidad de Madrid, Antonio Zapatero, afirma que los primeros “casos” se dieron el 7 de enero, pero hasta el día 17 no tuvieron noticias de ellos.

Empezaron a vacunar a los ancianos antes del día 17, pero ún no saben si se les administró la vacuna entre el día en que se conocen los primeros positivos por coronavirus y la dirección de la residencia da la alarma, diez días después. Se trata de una cuestión crucial, pues para que las dosis tengan efecto la persona que las recibe no debe estar contagiada.

Pladigmare ha denunciado tanto a la dirección del asilo como a las Consejería de Políticas Sociales, Familias, Igualdad y Natalidad y de la Consejería de Sanidad de la Comunidad de Madrid. “Ya me dirás tú a mí en manos de quién están los residentes”, dice un portavoz de la Plataforma.

(Tierra Pura)

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