Mons. José Guadalupe Torres Campos, Obispo de Ciudad Juárez en el Estado mexicano de Chihuahua, anunció la postergación de la reanudación del culto público en las iglesias.
Ciudad Juárez, que colinda con la ciudad estadounidense de El Paso, Texas, cuenta con más de un millón de fieles católicos.
Tras la reapertura el 18 de mayo de los denominados “municipios de la esperanza”, localidades sin registros de contagio de COVID-19, desde el 1 de junio entró en funcionamiento un “semáforo de riesgo epidemiológico” que sirve de indicador de la situación de cada estado mexicano frente a la pandemia.
El “semáforo” va desde la luz roja, en el que “se permitirán únicamente las actividades económicas esenciales” hasta el verde, que permitirá “todas las actividades, incluidas las escolares”. De forma intermedia se encuentran las luces naranja y amarilla.
El semáforo en el Estado de Chihuahua se encuentra en naranja.
En un comunicado publicado el 25 de junio, Mons. Torres Campos recordó que “el 14 de junio pasado, en un comunicado dirigido al presbiterio de nuestra diócesis, anuncié unas probables fechas para retomar la celebración eucarística con presencia de fieles. Hice notar que tales fechas estaban sujetas al sistema de semaforización estatal”.
“Al día de hoy, dicho sistema, indica color naranja para Ciudad Juárez”, señaló, por lo que “aún no podemos celebrar la eucaristía como lo teníamos previsto para este próximo domingo 28 del presente, ya que debemos esperar hasta el color amarillo”.
El Obispo de Ciudad Juárez reconoció que “sé, porque así me lo han hecho saber, la alegría que suscitó en muchos de ustedes la noticia de la reapertura de los templos para la celebración pública de la misa”.
“Valoro mucho el gran deseo que se expresa por volver a la participación presencial de la eucaristía que es el pan de vida eterna. Por ahora continuaremos con las transmisiones de la Eucaristía por los diferentes medios. Sigamos participando con fe. Perseveremos con paciencia y en la obediencia a nuestras autoridades sanitaras”, alentó.
El Prelado mexicano pidió a los fieles que “durante este tiempo de espera, agradezcamos a Dios que nuestros templos ya están abiertos para la oración personal. Que nuestra oración nos permita encontrar consuelo y una confiada súplica por el final de esta dolorosa y prolongada pandemia”.
Además, aseguró que “como pastor de esta amada diócesis, el criterio principal que me ha guiado en la toma de estas decisiones, es cuidar la vida y la salud de todo el pueblo que se me ha confiado”.
“Quiero, que con un corazón lleno de esperanza comprendamos estas decisiones y las vivamos como una oportunidad privilegiada para crecer en la unidad”, señaló.
El Obispo de Ciudad Juárez reconoció que “aún queda mucho camino que recorrer para enfrentar esta delicada situación, les pido, que durante todo este periodo sean la luz de la fe y la caridad las que nos guíen en nuestro peregrinar como Iglesia”.
“Nos unimos en la oración, de la mano de santa María de Guadalupe, para implorar al Señor de la vida y la salud, que nos fortalezca y finalice cuanto antes esta dolorosa pandemia”, dijo.
De acuerdo al Gobierno de México, al 27 de junio se han confirmado 212.802 casos de COVID-19 en el país, sumando 26.381 muertes.
El Gobierno del Estado de Chihuahua señaló que en esa jurisdicción, al 27 de junio, se han confirmado 4.355 casos de COVID-19 y 634 muertes.
(Aciprensa)