Una investigación realizada por el diario Proceso, reveló documentos ‘sensibles’ que confirman que el expresidente Felipe Calderón siempre supo del tráfico ilegal de armas a México, el cual fue autorizado y supervisado por Estados Unidos.
En los documentos se evidencian el rastreo y recuperación de armas que se realizaron en las operaciones Gunrunner y Wide Receiver, antes de la operación Rápido y Furioso.
En la carátula del escrito en letras rojas dice «Aplicación de la ley sensible«; folio VCAC#095303 del Buró de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos (ATF) del Departamento de Justicia (Doj) de Estados Unidos.
Según lo revelado por Proceso, el registro está compuesto de 53 páginas que revelan detalles de una presentación que hizo la ATF al gobierno de Calderón Hinojosa sobre el tráfico ilegal de armas de EEUU a México entre el 1 de enero de 2007 y el 30 de junio de 2009 y se titula «Oficina de Inteligencia e Información
Estratégica, División de Inteligencia sobre el Crimen Organizado y la Oficina de Análisis de Crimen Violento, Sistema de Rastreo de Armas de Fuego«.
Cabe destacar que la Secretaría Técnica del Consejo de Seguridad Nacional (STCSN) creada en el sexenio del exmandatario, presentó un documento de 20 folios en inglés llamado «Confiscaciones relevante de armas en México 2007-2008«, el cual implicó a Calderón con el tráfico de armas.
Por lo que, se revelaron las distintas rutas del trasiego ilegal de armas, la cual hace referencia a 10 puntos de acceso al país. Están Tijuana, Mexicali, Nogales, Ciudad Juárez, Nuevo Laredo, Reynosa, Matamoros, Ciudad Cuauhtémoc, Unión Juárez y Ciudad Hidalgo.
Además, el documento enumera la cantidad y el tipo de armas confiscadas entre diciembre del 2006 y abril de 2008, fueron más de 1 millón y cuarto de municiones obtenidas.
En el 2006 por iniciativa del Doj y bajo la conducción del ATF se había creado la ‘Operación Gunrunner’ para intentar supuestamente en contener el trasiego y tuvo como objetivo facilitar a los ciudadanos americanos y residentes permanentes la compra de todo tipo de armas semiautomáticas, con el fin de ubicar y desmantelar su trasiego ilegal.
(El Gato Político)