Científicos de Nueva Zelanda han logrado crear cabras modificadas genéticamente cuya leche contiene anticuerpos monoclonales (mAbs, por sus siglas en inglés) que ayudan a combatir el cáncer, según datos preliminares —pendientes de revisión científica— publicados el 10 de junio en el servidor de preimpresión sobre biología bioRxiv.
Los mAbs terapéuticos son considerados una de las mejores armas para tratar enfermedades, entre ellas, el cáncer. La mayoría de estas proteínas farmacéuticas se cultivan en células de mamíferos, pero resulta costoso y, por tanto, su disponibilidad es limitada, además de que se requieren dosis relativamente altas para cada paciente. Sin embargo, la capacidad de las cabras de producir grandes cantidades de mAbs en su leche permite una producción “rentable, flexible y a gran escala”, asegura Gotz Laible, autor principal de la investigación.
En este orden de ideas, Gotz y su equipo insertaron en el genoma de las células de estos bóvidos genes que codifican para una versión del mAb conocido como cetuximab, que retrasa la proliferación de las células tumorales mediante el bloqueo de la unión del factor de crecimiento epidérmico con su receptor. Producido comercialmente como Erbitux, se utiliza para el tratamiento de varios tipos de cáncer, como el de colon y otros que afectan el cuello y la cabeza. “Los genes adicionales en el genoma permitieron a estas cabras producir el anticuerpo en su leche”, explicó Gotz, subrayando que, aparte de esa particularidad, las cabras involucradas son “sanas y normales”.
“Los genes adicionales en el genoma permitieron a estas cabras producir el anticuerpo en su leche”, explicó Gotz. Foto: Iliana Mier, AP
Por otro lado, los investigadores no sólo lograron demostrar la capacidad de las cabras de producir grandes volúmenes de proteína, sino que pudieron comprobar que era posible purificarla de la leche y que resultaba completamente funcional. Además, el cetuximab obtenido era menos inmunogénico (menor respuesta inmune), mostró una mayor unión a los receptores CD16 de las células T y una mayor citotoxicidad. “Esto indica que estas cabras producen una versión mejorada de cetuximab con el potencial de una mayor efectividad y un mejor perfil de seguridad en comparación con los tratamientos con Erbitux”, señala el estudio.
En conclusión, los científicos consideran que los hallazgos perfilan a las cabras transgénicas como una “plataforma de producción” de anticuerpos monoclonales terapéuticos de “alto valor”. Al respecto, Gotz destaca que la experiencia de Nueva Zelanda en genética de animales de granja y tecnologías reproductivas, sumada al excelente estado de salud de los ejemplares del país (libres de muchas enfermedades nocivas, comunes en otros países), hacen que esta vía de producción de mAbs resulte en perspectiva muy factible.
(Sin Embargo)