El sicario Édgar Valdez Villareal, conocido como La Barbie, sentenciado a 49 años de carcel por declararse culpable de importar y distribuir cocaína en EE UU, así como de lavar dinero, trabajó como infiltrado para la DEA y del FBI, de acuerdo con la investigación realizada por la periodista Anabel Hernández.
Las pruebas fueron recabadas durante las pesquisas hechas por Hernández sobre el juicio de Genero García Luna, que enfrenta un juicio en la Corte de Nueva York.
«Un documento judicial en la Corte de Distrito Norte en Atlanta, Georgia, se revela que de 2008 a 2010 el narcotraficante dio información a la oficina de la DEA, en San Antonio, Texas, del FBI, en McAllen, y a las oficinas del FBI ubicadas en la embajada de Estados Unidos en México a través de una tercera persona».
Dicha información fue parte de los argumentos para establecer una condena contra el delincuente, en 2018.
El documento fue clasificado durante dos años, manteniéndolo en reserva, hasta los primeros meses del 2020.
El trabajo de «La Barbie» para las dependencia estadounidenses reveló la corrupción de altos funcionarios del gobierno de México y como éstos compartían la información con el Cártel de Sinaloa y Los Beltran Leyva.
Entre la información entregada por el gobierno de México a los cárteles del narcotráfico fue «la identidad, fotografía y ubicación de agentes de la DEA que trabajaban encubiertos en diversas partes del territorio mexicano».
«Otra de las colaboraciones de Valdez Villarreal con el gobierno de Estados Unidos fue proporcionar información que derivó en el operativo llevado a cabo por la Marina en diciembre de 2009 en el cual fue abatido Arturo Beltrán Leyva».
El gobierno de Estados Unidos reconoció que la información dada por Váldez Villareal era verídica, pues e había podido corroborar.
De tal forma que la falta de confianza a las autoridades mexicanas, que expresó hace unas semanas la ex embajadora Roberta Jacobson, estaba posiblemente fundamentada en lo confesado por su informante, apunta Hernández para Aristegui Noticias.
En 2012, «La Barbie» entregó a la periodista una carta donde aseguró haber sido testigo de la entrega de dinero a capos del narcotráfico.
En la misiva confesó haber entregado sobornos por millones de pesos a Genaro García Luna y sus colaboradores entre ellos Luis Cárdenas Palomino, Facundo Rosas Rosas y Gerardo Garay Cadena.
También afirmó que el propio presidente Felipe Calderón encabezaba reuniones con narcotraficantes.
Esta información seguramente fue compartida por el capo con la DEA y el FBI en aquel momento.
El gobierno de Estados Unidos siempre supo de los vínculos del calderonismo con el crimen organizado.
«La Barbie» fue detenido en 2010 en el Estado de México y extraditado en 2015 a Estados Unidos junto con otros 12 narcotraficantes.
Durante su detención y presentación ante los medios de comunicación, el narcotraficante, se mostró tranquilo, sonriente a pesar de la gravedad de su arresto y su extradición.
En la carta enviada a la periodista, Valdez Villarreal habla también de su detención, que según afirma Felipe Calderón ordenó luego de haber se negado a llegar a un acuerdo con el ex presidente y las demás organizaciones delictivas.
“Mi detención fue el resultado de una persecución política por parte de C. Felipe Calderón Hinojosa, quien instauró un acosamiento (sic) en contra de mi persona por la razón de que el suscrito se negó a formar parte del acuerdo que el señor Calderón Hinojosa deseaba tener con todos los grupos de la delincuencia organizada».
(ZMG)