La Administración de EEUU debatió la posibilidad de llevar a cabo el primer ensayo nuclear desde 1992. En respuesta, China pidió a Estados Unidos que cumpliera con el Tratado de Prohibición de Pruebas Nucleares. Rusia, a su vez, podría retirarse de este acuerdo como respuesta, opinan los expertos.
La Administración Trump planteó la posibilidad de realizar la primera prueba nuclear en 28 años durante una reunión del pasado 15 de mayo, según informó el diario Washington Post con referencia a unas fuentes.
Los funcionarios no adoptaron ninguna decisión sobre el ensayo por divergencias al respecto. Pero una fuente del Gobierno de Estados Unidos comentó que realizar pruebas y mostrar fuerza por parte de EEUU podría ser útil para negociar el control de las armas nucleares con China y Rusia.
Poner a prueba las armas nucleares está generalmente prohibido por el Tratado de Prohibición Completa de los Ensayos Nucleares de 1996, firmado por 184 naciones. Rusia ratificó el acuerdo cuatro años después. EEUU no lo hizo, pero optó por adherirse a su moratoria sobre las pruebas nucleares, que sigue vigente por el momento.
China está preocupada
China mostró preocupación sobre los posibles ensayos nucleares por parte de EEUU e instó al país norteamericano que cumpla con sus compromisos en virtud del Tratado de Prohibición Completa de los Ensayos Nucleares, dijo el portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores chino Zhao Lijian.
"Llamamos a Washington a que asuma sus responsabilidades, cumpla sus compromisos y defienda eficazmente las metas y objetivos del Tratado, y haga más para apoyar el régimen internacional de no proliferación nuclear y desarme nuclear", dijo.
El portavoz también exhortó a Estados Unidos a que no siguiera el camino de la desestabilización mundial.
La respuesta de Rusia golpearía a EEUU
Mientras tanto, Rusia podría responder a una prueba nuclear de EEUU con la retirada del Tratado de Prohibición Completa de los Ensayos Nucleares, opinó Alexéi Fenenko, profesor titular del Departamento de Seguridad Internacional de la facultad de Política Mundial de la Universidad Estatal Lomonósov de Moscú.
"Rusia tiene derecho a retirarse de este tratado si sus intereses nacionales se ven amenazados", observó el analista a Sputnik.
Sin embargo, "el colapso de este tratado causaría un enorme daño al propio EEUU".
"Existe un sistema internacional de vigilancia de ensayos nucleares. El principal patrocinador de este sistema es Estados Unidos. Si Rusia se retira de este tratado, todas las inversiones estadounidenses dejarían de tener sentido", explicó Fenenko.
(Sputnik)