Pese a las políticas antiinmigratorias de Donald Trump, el espectáculo de corte latino del medio tiempo en el Super Bowl LIV logró superar con creces a sus antecesores, llegando a 118 millones de espectadores este año.
El show a cargo de la colombiana Shakira y la boricua Jennifer López volvió a confirmar la importancia de la comunidad latina en Estados Unidos, al tiempo que jugó con la cosificación femenina del movimiento #MeToo.
Las artistas, acompañadas por otras tres sorpresas: los regaetoneros J. Balvin y Bad Bunny, y el debut musical de Emme Muñiz, lograron sostener los codiciados 12 minutos del espectáculo más visto en un evento deportivo.
Antesala
Si bien el éxito de Shakira a nivel internacional es palpable, el número de apertura de la barranquillera alcanzó solo para eso, una especie de telón para lo presentado por Jennifer López en un segundo momento.
Con temas como “She wolf”, “Empire” “Hips don’t lie”, “Whatever, whenever”, “Chantaje” en versión salsa, y medio minuto de danza del vientre (belly dancing), los pasos de origen árabe que ha hecho suyos desde aquella grabación icónica de Shakira: Mtv Unplugged (1999) en la que no requería vestirse diminutos trajes para su espectáculo, y que ha expuesto desde su crossover a la fecha, Shakira logró una buena presentación junto a una breve intervención del puertorriqueño Bad Bunny con “I like it”.
Pero lo anterior solo fue antesala para el número de Jennifer López, quien hizo gala de sus temas en diminutos trajes con “Jenny from the block”, “Ain’t it funny”, “Get right”, “Booty” en versión remix con la canción “Mi gente” del colombiano J. Balvin, “On the floor”, “Born in the USA” junto al debut de su hija Emme Muñiz, una versión salsa de “Let’s get loud”, y una coreografía de pole dance.
A pesar de la diferencia de número de bailarines y producción audiovisual entre Shakira y Jennifer López fue palpable, como espectáculo público y artistas alabaron la presentación, la misma Lady Gaga (protagonista del medio tiempo del Super Bowl LI), se detuvo para plasmar en redes sociales su gusto por el espectáculo de este año que alcanzó a 118 millones de espectadores, casi 20 más que en 2019 cuando se registró el menor número de audiencia en la última década en un Super Bowl.
(Proceso)