El primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, tuvo un lapsus el pasado domingo e incluyó a su país en el club de Estados que poseen armas nucleares.
Hablando del plan de construcción de un gasoducto que conectará a Israel con Chipre y Grecia, firmado por los mandatarios de las tres naciones la semana pasada, el político israelí alabó los planes: "La importancia de este proyecto es que estamos convirtiendo a Israel en una potencia nuclear".
De inmediato, se corrigió y dijo que lo que quería decir en realidad era "potencia energética".
Israel, que no ha firmado el Tratado de No Proliferación Nuclear (NPT, por sus siglas en inglés), nunca ha reconocido tener armas atómicas. No obstante, pocos expertos dudan que las posea. De acuerdo con la Asociación Arms Control, se estima que Tel Aviv tiene entre 80 y 90 cabezas nucleares y hasta 100 misiles Jericho 2 y Jericho 3, de alcance máximo de 1.500 y 6.500 kilómetros, respectivamente, capaces de portar este tipo de ojivas.
A inicios de diciembre, Israel ensayó "un sistema de propulsión de cohetes", una acción que fue denunciada por Teherán como prueba de que se había "dirigido un misil nuclear a Irán".
(RT)