"'¿Vas a ponerte un bikini con esa celulitis?', '¡Ya está la gorda comiendo macarrones', '¿Un concurso de belleza de tallas grandes? ¿Eso qué es?'". Durante mucho tiempo, la brasileña Nina Souza sufrió bullying a causa de su sobrepeso.
Con 98 kilos, 1,72 de estatura y una talla 48, Souza, de 28 años, se coronó en noviembre Miss Mundo Talla Plus en Ucrania. Un título que representó una doble victoria: ganar el certamen y una recompensa por su lucha para aceptarse a sí misma.
A los 17 años, Nina (su verdadero nombre es Marina, pero se lo cambió por su padre que así la llamaba) comenzó a modelar para marcas brasileñas de cabello. Desde pequeña sintió interés por ese mundo, tradicionalmente restringido a las mujeres delgadas.
Nina Souza a la edad de 13 años y en la actualidad. Nina Souza
A base de dietas estrictas, Souza hizo lo posible para poder encajar en él. El resultado fue una serie de trastornos alimenticios –primero anorexia, después bulimia– que la mandaban constantemente al hospital. A los 21 años cayó en una depresión profunda y no fue hasta dos años después que consiguió pedir ayuda e iniciar un tratamiento.
"Es difícil romper con esa construcción social y cultural que te hace pensar que eres bonita solo si eres delgada, eso lo vas alimentado desde pequeña y se manifiesta con más fuerza en la adolescencia", explica.
La modelo tuvo que crearse una identidad completamente nueva. "Salí de un cuerpo delgado para volver al real, al que yo tengo, que es un cuerpo gordo. Pasé de una talla 36/38 a una 46/48. Fue un cambio muy drástico", relata.
Hacia el concurso de Miss Mundo
Durante ese proceso, abandonó el modelaje. Ya recuperada, en 2017, investigó sobre el mundo de las tallas grandes. Se inscribió en el concurso Miss Río de Janeiro 'Talla Plus' y ganó. "Ahí me di cuenta de que ¡caramba! ¡podía ser una miss gorda! ¿Acaso la belleza es solo para las delgadas? ¡No! La belleza también está en las gordas", exclama.
Nina Souza, Miss Mundo Talla Plus. Nina Souza
Tras ganar el reinado en Brasil, se multiplicaron las actividades enfocadas en el empoderamiento femenino y, en particular, en las modelos de tallas grandes. Hoy, Nina ostenta el título de Miss Mundo Talla Plus, pero también es microempresaria y coordinadora del certamen Miss Río de Janeiro Talla Plus.
En Brasil, se considera a una modelo de talla grande cuando sus medidas están por encima de la 44. No hay reglas de peso o de altura. "No sería una quiebra de estereotipos si tuviésemos un patrón que seguir. Iría en contra de lo que pensamos. Existen varios tipos de cuerpos y hay que respetarlos", asevera.
Para Nina, las mujeres ya de por sí se enfrentan a muchas dificultades en un mundo de mayoría machista. "Y encima se nos obliga a ser lo que se entiende como 'perfectas' y eso no es real. Hay que luchar realmente por lo que sí lo es. Por la diversidad del cuerpo, de colores, de etnias", apunta.
De reina de Río de Janeiro se coronó Miss Mundo Brasil ganando entre otras 22 candidatas en un concurso que todavía presenta "muchas resistencias".
"La publicidad y los medios de comunicación lo tratan diferente. No tiene el mismo reconocimiento que el tradicional. Nuestros salarios son desiguales frente al de las modelos delgadas. Es importante que seamos valorizadas de la misma forma", comenta.
Nina Souza, Miss Mundo Talla Plus. Nina Souza
Resistencia en la moda
Las marcas de ropa continúan mostrando a modelos con cinturas diminutas. Ese tipo de publicidad influye de manera negativa en millones de mujeres y hombres en países como Brasil, donde un 54 % de la población –110 millones de brasileños– presenta problemas de sobrepeso y usa tallas por encima de las 46.
Marcela Elizabeth de Lima Pereira, presidenta de la Asociación Brasileña de Moda Plus Size, explica que todavía existe una resistencia con el cuerpo gordo en la industria textil.
A pesar de su crecimiento en los últimos 10 años, y de que en 2018 alcanzó unas ganancias de 7.200 millones de reales (unos 1.760 millones de dólares), una cantidad que podría doblarse en los próximos cinco años, esta industria está muy lejos de lo que podría ser.
Las empresas recién empiezan a entender las necesidades de las personas con sobrepeso. "Hace tiempo que este consumidor es más exigente y quiere verse representado por la marca", señala De Lima Pereira.
Esta profesional subraya que las personas con sobrepeso lo que quieren es variedad. "Llegar a una tienda y encontrar lo que desean comprar y no simplemente lo que esté disponible para ellos. Las marcas deberán adaptarse, romper con los estereotipos y entrar como empresarios sin prejuicios", dice.
"Algunas grandes marcas ya hacen comerciales más inclusivos, y aunque colocan a varias mujeres delgadas frente a una gorda, nosotros lo entendemos como una evolución", destaca.
Desde la Asociación Brasileña de Moda Plus Size también se hace hincapié en la importancia de mejorar el trato hacia las personas con sobrepeso en las tiendas, donde con frecuencia son discriminadas. "Es un consumidor como cualquier otro, con poder y deseos de compra", advierte De Lima Pereira.
"La gordofobía es una problema que hay que gestionar. Un problema que nace de la falta de educación y del respeto con el prójimo. Todos tenemos nuestras particularidades y necesitamos ser respetados sin importar cómo seas", concluye.
(Marta Miera)