El 6 de abril de 1994 fue derribado el avión en el que viajaba el entonces presidente ruandés, Juvénal Habyarimana, perteneciente a la tribu de los hutus. La muerte de Habyarimana desencadenó el genocidio impulsado por la mayoría hutu contra la minoría tutsi durante cien días, cobrándose la vida de al menos 800.000 personas, la mayoría tutsis, pero también hutus moderados.
(RT)