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22 June 2020

Nueve de cada 10 negocios que se reactivaron en Quintana Roo, durante las últimas dos semanas, aplican medidas poco efectivas para evitar la propagación del Covid-19.

La mayoría de sus empleados carece de la capacitación suficiente para evitar un brote de contagio de esta enfermedad tanto entre su personal como entre sus clientes.

La Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) ya suspendió a 300 negocios en toda la entidad porque su personal ni siquiera tomó el curso impartido por el Instituto Mexicano del Seguro Social para el uso correcto del equipo preventivo.

“Esto a pesar de que es una capacitación gratuita de menos de tres horas”, dice Miguel Pino Murillo, titular de la Cofepris en Quintana Roo, “abarcando temas que van desde la medición e interpretación de la temperatura corporal de los clientes; la limpieza correcta de sus negocios; hasta el protocolo a seguir en caso de detectar a una persona con síntomas relacionados con el Covid-19”.

La mayoría de los comercios suspendidos por estas razones se encuentran en el municipio de Benito Juárez.

De acuerdo con información de la delegación local del IMSS, se esperaba que en las últimas dos semanas tomaran el curso más de 40 mil trabajadores que recién se reincorporaron a sus actividades laborales en el norte, que actualmente se encuentra en naranja.

Sin embargo, solamente se capacitaron cinco mil empleados, la mayoría del sector hotelero de Cancún que abrieron sus puertas el pasado 8 de junio, ya que era uno de los requisitos para obtener la certificación sanitaria.

El problema, señalan las autoridades sanitarias, es que la mayoría de los comerciantes y trabajadores consideran que las medidas de prevención son tan simples, que no es necesario aprender al respecto. Sin embargo, de acuerdo con las autoridades de cada 10 negocios visitados, solo uno aplica estas acciones de manera eficiente.

Incluso las grandes cadenas comerciales presentan una gran debilidad en este punto. En las sucursales de Bodega Aurrerá, Wallmart, Chedraui y Soriana, por ejemplo, los encargados de seguridad ni siquiera utilizan de manera correcta el sensor de temperatura.

“A varias personas le detectaron 30 grados de temperatura en una conocida cadena comercial. Eso es hipotermia; mientras que a otros le midieron 42 grados, lo que se considera un estado grave y de urgencia médica. Y así hemos encontrado varios negocios en Chetumal que ya abrieron y utilizan la pistola de medición de temperatura, pero no saben usarla. A ellos los hemos estado enseñando en el correcto uso de estas herramientas”, dice la doctora Narvelia Olivare.

La doctora tomó esa iniciativa de identificar las fallas, junto con otros cinco compañeros médicos.

“Tampoco saben utilizar de manera correcta el cubrebocas, ni prestan atención a las zonas de sus negocios que tienen mayor contacto los clientes. Te dan gel antibacterial al entrar al comercio, por ejemplo, pero no toman en cuenta que después de esta acción un cliente se puede frotar los ojos o la nariz, y va tocando áreas como paredes, vitrinas o barandales que si son desinfectados de manera frecuente, pueden convertirse en zonas de riesgo de contagio tanto para el personal como para asistentes que lleguen después. Si no se toma en serio esta pandemia, se corre el riesgo de que el regreso a la nueva normalidad provoque un brote masivo de esta enfermedad”, puntualiza la doctora.

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