El director general de Epidemiología de la Secretaría de Salud, José Luis Alomía Zegarra, reconoció que la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha identificado mutaciones del virus SARS-CoV2, causante del covid-19, pero, hasta el momento, ninguna asociada a una mayor gravedad o la mortalidad.
Quizás sí de una mayor capacidad de transmisión del virus, indicó en la conferencia de prensa vespertina sobre el desarrollo de la pandemia de SARS-CoV2 en México, en la cual no estuvo presente en esta ocasión el subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, Hugo López-Gatell.
“La Organización Mundial de la Salud sí ha identificado y sí se han reconocido mutaciones en diferentes partes del mundo, pero hasta el momento ninguna asociada a una mayor gravedad. Sí se ha hablado, a lo mejor, de una mayor capacidad de transmisión o de infección, pero no que esto necesariamente represente que la persona desarrolle enfermedad grave o fallezcan mayor cantidad de personas por este virus”, explicó.
Explicó que, al hablar en el contexto de los virus, el Instituto de Diagnóstico y Referencia Epidemiológicos (InDRE) realiza los estudios con algunas muestras seleccionadas para realizar la secuenciación genética del virus.
Desde finales de marzo y principios de abril, señaló, el InDRE empezó a realizar las primeras secuenciaciones y conociendo lógicamente a fondo cómo se estaba componiendo los virus que están circulando en México.
“Esto es importante porque a través de ese conocimiento precisamente se le da uno de los seguimientos importantes para ver si no se están produciendo mutaciones que más allá de que sucedan, porque esto es normal en la mayoría de los virus, porque la mayoría de los virus son mutagénicos, están cambiando su composición de cadenas de RNA.
“Y que está mutación en su momento no empiece a conferirle otras capacidades al virus que las que originalmente tenía cuando llegó al país, lógicamente las más importantes a vigilar es que esas mutaciones no estén generando un patrón de enfermedad más grave del que se conocía”, resaltó.
Estas secuenciaciones, informó, se realizan en aquellos casos o personas que estuvieron hospitalizadas por más tiempo y en algunas defunciones donde se presentaron complicaciones importantes, precisamente para ver si algún tipo de mutación pudo estar involucrada.
“Esto no solamente se hace en México, sino en muchos de los países donde se tienen estas capacidades y a través de una plataforma internacional que coordina la OMS toda esta información que sale en estos procesos de secuenciación genética se suben a esta plataforma para que todos los países miembros las puedan observar, así como ellos pueden observar lo que hacemos en México, México puede encontrar lo que están haciendo otros países como Estados Unidos, Europa o en Asia”, agregó.
Asimismo, Alomía Zegarra se refirió a los seis principios que tiene contemplado el país, en conjunción con la OMS para aprobar una vacuna para el covid-19.
“Más allá de que una vacuna tiene que ser eficaz, es decir, tiene que producir la inmunidad o el resultado esperado para la misma y que tiene que ser segura, la OMS también asignó otros criterios que, en su momento, se buscan para el momento de poder lograr una vacuna y que se están implementando ahora en la búsqueda de la vacuna de covid-19. Son el bienestar, el respeto por igual, la equidad global, la equidad nacional, que en este caso es la que aplica el país, la reciprocidad y la legitimidad”, indicó.
El funcionario se refirió al principio de bienestar como el hecho de que una vacuna pueda reducir la morbilidad ante la presencia de la enfermedad, disminuir las muertes secundarias, la gravedad de la enfermedad y las eventuales defunciones asociadas.
Puso como ejemplo la vacuna de influenza, la cual no es una vacuna diseñada para evitar que las personas se enfermen, sino para evitar que la enfermedad se agrave o se reporten más defunciones. Por eso, añadió, esta vacuna se aplica en los grupos de riesgo que son bastante o muy similares a los de Covid-19.
“Son toda una serie de principios, de preceptos que deben de integrarse en el desarrollo de una vacuna, más allá de solamente lograr el biológico y, en su momento, poder tener la disponibilidad correspondiente que sería, en alguno de los casos, los objetivos principales y hay toda una serie de principios que se deben de cuidar y que están normados no solo por las instituciones internacionales, sino de las cuales también el país, en un momento determinado, se adhiere”, explicó.
Respecto a los pacientes recuperados, el funcionario recordó que se habla de aquellas personas que van dejando de presentar síntomas y signos que no se encuentran hospitalizadas, pero también de quienes han desarrollado la enfermedad durante los 14 días establecidos o incluso un tiempo mayor, hasta de un mes.
“Entonces, de alguna manera, el comportamiento de los recuperados viene a ser precisamente como bien se observó, como un espejo de dos semanas atrás de cómo se está comportando la curva de los casos, cuando la gran mayoría de las personas se están recuperando”, dijo.
Nueva normalidad
En cuanto a la movilidad, el director general de Promoción de la Salud de la Secretaría de Salud, Ricardo Cortés Alcalá, explicó la diferencia entre regresar a laborar o adaptarse a la Nueva Normalidad, como le ha llamado el gobierno al cambio de vida, hábitos alimenticios y de comportamiento ante la presencia del coronavirus.
“¿Estamos haciendo las cosas bien? Yo creo sí. Debemos regresar a nuestras actividades habituales. Sin embargo, decir vamos a una nueva normalidad y decir regresar son dos condiciones que chocan. Vamos a regresar a nuestras actividades habituales, pero bajo unos principios de nueva normalidad, a lo que no estamos acostumbrados”, explicó.
Puso como ejemplo que, si el restaurante favorito de una persona está lleno, pues que busque otro. El lavado frecuente de manos, el uso de cubrebocas, aunque no se esté acostumbrado, sobre todo cuando se tengan los picos epidémicos.
“Pero, definitivamente, en un futuro donde exista o un tratamiento o una vacuna pues también hay que dejarlo, yo creo que sí hay que regresar a ciertas actividades, a como lo hacíamos antes. Si nosotros hacemos actividades con estas nuevas reglas civiles de mejorar nuestro ambiente social, tener una sana distancia y estar continuamente haciendo higiene de manos creo que podemos retomar nuestras actividades habituales”, consideró.
En ese sentido, comentó que si la movilidad de las personas se incrementa y la curva epidémica continúa bajando habrá que ver cuáles son las actividades específicas que se están realizando en estas entidades para que sean compartidos a final de cuentas, entre pares, con otros estados, para ir retomando las actividades cotidianas en nuestra vida.
“Hay que vivir también, no hay que culpar a los demás, hay que hacer lo que a cada uno corresponde y si nosotros nos cuidamos vamos a cuidar a los demás”, destacó.
(Proceso)