Anoche tuvo lugar la gala amfAR 2019, una noche benéfica en la que a menudo se dan cita los rostros más conocidos de la industria de la moda. Como sucede en Cannes, hemos visto varias modelos, como Emily Didonato o Hillary Rhoda. Tampoco han querido faltar las omnipresentes Kardashian, concretamente, Kourtney y Kim Kardashian.
A dúo, las hermanas mayores han asistido a la gala con dos vestidos largos, negros y de tirantes, bastante similares, firmados ambos por Versace. El de Kim destacaba especialmente por su parte delantera, un profundísimo escote con forma circular en el pecho que finalizaba en pico a la altura del vientre. Una elección con la que la celebrity y empresaria no ha pasado desapercibida y cuyo diseño se ha convertido en protagonista absoluto del estilismo. Así lo ha pretendido Kim, que acompañó el vestido con unas sandalias de pulsera con tacón en pvc transparente. Un truco de estilismo para dar altura a sus piernas y realzar la figura de forma muy discreta y efectiva.
Viendo a Kim Kardashian resulta inevitable remitirnos a unos de los vestidos con los que Versace hizo historia sobre la alfombra roja. El que llevó Elizabeth Hurley en 1994 a la premiere en Londres de Cuatro bodas y un funeral con el que era su pareja de entonces, el actor Hugh Grant. Un diseño que cuenta con página de Wikipedia propia y que en su momento fue referenciado como THAT dress ("ese vestido", en inglés). Con una inspiración punk, estaba elaborado en seda y lycra de color negro, e incluía imperdibles de oro en aperturas estratégicas a la altura de la falda y del cuerpo. Uno de los más emblemáticos y comentados de la historia de la alfombra roja que Lady Gaga también llevó en 2012.
(Vogue)