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13 February 2019

El secretario de Finanzas y Planeación Económica de la Federación Nacional de Sindicatos, Francisco Javier Isáis Mayoral, reconoció este martes que la huelga del ayuntamiento de Campeche está en riesgo de ser declarada inexistente porque es insuficiente el número de trabajadores que la apoyan.

No obstante, llamó al alcalde Eliseo Fernández Montufar a sentarse a negociar con él las demandas de los trabajadores. De negarse, advirtió, recurrirían a otras estrategias como tomar calles o bloquear carreteras, y recordó que tienen “aquí cerquita” a los agremiados de la Federación de Yucatán y Quintana Roo.

El pasado 6 de febrero, Manuel Bonilla, líder de “Corazón Valiente”, uno de los tres sindicatos de trabajadores del ayuntamiento capitalino, colocó banderas rojinegras en el palacio municipal y las sedes de las 21 dependencias del ayuntamiento. La mayoría de sus agremiados ignoró el llamado a la huelga.

Sólo unos días después de asumir la alcaldía, en octubre pasado, el alcalde panista entró en conflicto con Bonilla porque supuestamente se negó a otorgarle concesiones personales, además de que exigió al líder sindical que él y sus aviadores se reincorporaran a sus respectivos trabajos o serían despedidos.

Bonilla reaccionó con un plantón “por tiempo indefinido” en el ayuntamiento. Reacio a ceder a la presión, el 10 de octubre el alcalde anunció la suspensión laboral del líder sindical.

El dirigente estatal del Sindicato de los Tres Poderes, José del Carmen Urueta Moha, advirtió entonces al edil que su gremio le daría “con todo, hasta con la cubeta”. Sin más remedio que levantar su manifestación, Bonilla lo amenazó estallarle una huelga.

Tras llegar el lunes a Campeche, Isáis Mayoral convocó a una conferencia de prensa conjunta con Urueta Moha para “decir la verdad” de la situación que encontró. La ausencia de Manuel Bonilla Carrillo delató el aparente deslinde del dirigente sindical estatal con el municipal.

“No está aquí porque se acostó muy tarde y anda recabando documentos”, justificó Isáis Mayoral, pero atizó las especulaciones al admitir que Moha nunca estuvo de acuerdo con Bonilla Carrillo en ir a la huelga.

Añadió que Moha intentó resolver el conflicto “de la mejor manera”, y aceptó que “no se pudo por problemas del hígado de los dos”, en alusión a Bonilla y al alcalde Fernández Montufar, quien ayer culpó al gobierno estatal de instigar este movimiento para desestabilizar al ayuntamiento.

Agregó que convocó a la conferencia de prensa para llamar de nuevo al alcalde a sentarse a negociar con él, aunque reconoció: “No quiero arriesgar la situación de los trabajadores; los números no me están dando”.

Explicó que la madrugada de este martes salió a recorrer las sedes de las dependencias del ayuntamiento. “El jueves es el recuento y, desgraciadamente, si seguimos así, nos pueden dejar inexistente la huelga”, porque no se cuenta con la cantidad mínima de trabajadores que la ley establece para declarar legal el movimiento.

Por ello, reiteró al alcalde su petición al dialogo.

 “Vuelvo a pedir al alcalde que se siente a dialogar con un servidor el tema de la demanda; yo se lo pido, que lo vea por la sociedad, por la clase trabajadora, que creo que algunos de todos esos trabajadores votaron por él, le pido su comprensión y espero su llamada hoy para sentarnos a dialogar”, dijo.

“Si se encapricha y yo me encapricho, no llegamos a ningún lado”, agregó.

Aceptó que desde el principio el sindicato no logró reunir a los trabajadores necesarios para emprender la huelga, además de que unos 200 de los que la apoyaron inicialmente desertaron del movimiento, de modo que ahora sólo se sostiene por unos 500.

“A los trabajadores nos ganan por el hambre; una huelga no se gana sin dinero; hay que tener los suficientes recursos para sostener el movimiento, tiene mucho costo social, político y económico”, admitió, y confesó: “me pueden decir lo contrario, pero no me están dando los números y estamos en riesgo de que esta situación colapse”.

“Podemos llevar a los trabajadores a la derrota”, acotó. No obstante, aseguró que no se levantará la huelga.

Sobre la eventual destitución de Bonilla, dijo que, aunque “puede ser” que él es el problema, no es el momento para tratar el asunto.

“En la guerra hay caídos, no todos llegamos a la meta, pero no puede ser motivo de negociación la cabeza del dirigente. Los trabajadores y el comité estatal determinarán si continúa el líder. Eso ya lo verá la asamblea, ya se les comunicará si habrá o no cambio”, dijo Isáis Mayoral.

Por su parte, Urueta Moha reconoció que han pedido los números reales de los trabajadores que están apoyando el movimiento esperando que el conteo les favoreciera, “pero el día de hoy la realidad es esa: no nos favorecen”.

Confió en que Fernández Montufar acepte sentarse a negociar con el representante de la Federación de Sindicatos porque a él no tampoco lo ha querido recibir.

 “No se trata de ganar-ganar, ni de ver quién es más chingón, sino de llegar a un acuerdo para bien de todos”, comentó. Reiteró que, pese a que la situación es adversa para el sindicato, no habrá desistimiento de la huelga.

Tras enterarse de la conferencia de Isáis y Urueta, Bonilla convocó a otra para desmentir la deserción de huelguistas y dijo que a esa hora de la madrugada el representante de la Federación de Sindicatos encontró a pocos manifestantes porque muchos sólo se habían retirado un momento a descansar.

(Proceso)

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