Alejado de bullicio de la ciudad, vendedores ambulantes y miles de turistas se encuentra el poblado de San Crisanto, una villa de pescadores muy amables y alegres que con gusto lo podrán llevar a una aventura eco turística que ellos mismos han organizado. El paseo consiste en recorrer en bote una serie de canales interconectados con cenotes y ojos de agua, donde podrá observar el mangle, escuchar el canto de los pájaros, y ver los peces que habitan en los canales que tiene una profundidad de 25 centímetros y 1.50 a 1.75 de ancho. Al final del recorrido podrá refrescarse…